En el siglo XX las botas se volvieron más livianas, los pantalones se acortaron y los avances de la producción textil y de estampa permitieron la fabricación de camisetas de fibras sintéticas livianas, con diseños más coloridos y complejos. Los futbolistas generalmente llevan números identificatorios -denominados dorsales- en la parte trasera de sus camisetas y en ocasiones en la parte delantera y pantalones. Originalmente, un equipo usaba los números del 1 al 11, correspondiéndose abiertamente con su posición dentro del campo, pero a nivel profesional, esta práctica se suplantó por la numeración del equipo, en el que cada miembro lleva un número fijo a lo largo de una determinada temporada o competición.