En el 68, Luis García transformaba un penalti injusto, ya que Hugo Leal le había robado limpiamente el balón a Mista, consiguiendo el empate para su equipo. Luis se incorporó paulatinamente al trabajo del equipo a medida que se restablecía de su dolencia. Esta victoria les servía para mantenerse en los puestos de cabeza, quintos con 52 puntos, a tres del tercero, el Betis.